¿Qué mierda hacía yo despierta a las 6 de la mañana? ¿Se
estaba acabando el mundo o algo?
No, Crys, el problema
es que eres una bocazas.
Cierto. Culpa de August Zelazny.
Ya estaba de mal humor. Encima sin desayunar. Lo que me
ponía de más mal humor aún. Pobre el que intente provocarme un poco siquiera.
Mi despertador ya se había llevado su ración de golpes tras haberme dado un
susto de muerte. Normalmente me despertaba con los pasos de las chicas que
estaban por el pasillo, aunque no me levantaba hasta que el despertador sonaba.
Esa era la regla número 1 de Crystal Cassel.
Debería proponerle a Sylvain un nuevo programa de castigos,
uno que no haga a la gente levantarse cuando aún no son personas. Todos seríamos
más felices. ¿El problema? Nunca lo aceptaría. Lo que está hecho, hecho se
queda. Además de que diría que me mantuviese a raya y dejara de meterme el
problemas por mi parte.
Tiene razón, pero está en mí el no callarme las cosas y ser
algo impulsiva.
Está bien… Bastante impulsiva.
Empujé la puerta trasera del internado como pude ya que no
tenía fuerzas para nada. Afuera ya
estaban algunos alumnos con tijeras y rastrillos.